En Atenas, “todo cambia y todo sigue igual”, como dice una canción tradicional griega. Cuatro meses después de la victoria electoral de Syriza, los dos partidos que gobernaron el país desde la caída de la dictadura, el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) y la Nueva Democracia (derecha), están totalmente desacreditados. El primer gobierno de izquierda radical en la historia del país desde el “gobierno de las montañas”, en los tiempos de la ocupación alemana, goza de una gran popularidad.
Pero, aunque ya nadie menciona el nombre de la “Troika”, detestada por ser responsable del desastre económico actual, las tres “instituciones” –Comisión Europea, Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)– continúan con su política. Amenazas, chantajes, ultimátums: una nueva “Troika” le impone al Gobierno del nuevo primer ministro Alexis Tsipras la austeridad que aplicaban dócilmente sus predecesores.
Con una producción de riqueza que se redujo drásticamente a una cuarta parte desde 2010 (...)