No todos los Estados responsables de una agresión son castigados de igual manera. El Tratado de Versalles (28 de junio de 1919) fue calificado de diktat impuesto por Georges Clemenceau a un país vencido: Alemania. El 22 de junio de 1940, tras tomarse la revancha, Berlín insistió en que la derrota de Francia tuviera lugar en el bosque de Compiègne, en el mismo lugar y el mismo vagón donde Alemania había tenido que firmar el armisticio, el 11 de noviembre de 1918. Mejor no perder el tiempo buscando una simetría formal tan absoluta en el caso de Irak y Estados Unidos, que también libraron dos guerras con un intervalo comparable.
En la primera, que enfrentó a Bagdad con las potencias occidentales, el agresor fue Sadam Husein: el 2 de agosto de 1990, sus fuerzas armadas ocuparon un Estado soberano, Kuwait, lo anexionaron y lo convirtieron en la decimonovena provincia de su (...)