Después del histórico Acuerdo de París alcanzado el año pasado y de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que marca un camino hacia un futuro más sostenible, la tarea del año 2016 se centra en poner en práctica los compromisos. El rápido cambio en el clima mundial se está reflejando en fenómenos meteorológicos cada vez más extremos y frecuentes, olas de calor, sequías y subidas del nivel del mar.
Los efectos del cambio climático en la agricultura y las implicaciones correspondientes para la seguridad alimentaria ya son alarmantes y constituyen el objeto de "El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2016". Una constatación importante del mismo es que existe una necesidad urgente de ayudar a los pequeños agricultores en la adaptación al cambio climático. Los agricultores, pastores, pescadores y silvicultores comunales dependen de actividades que están íntima e indisociablemente ligadas al clima, y estos grupos son también los (...)