Posiblemente sea la prueba de fuego. El 24 de octubre de 2003 el gobierno de Kabul lanzó un programa para desarmar a las milicias locales e integrar una parte de las mismas en el ejército nacional afgano, actualmente en formación. Ismael Khan, gobernador de la provincia de Herat, en el oeste de Afganistán, no quiere saber nada: las fuerzas estacionadas en su ciudad son "las tropas del ejército nacional afgano" que "ya fueron desarmadas, pues las armas se hallan almacenadas en los depósitos centrales". Anticipándose a la decisión de desplegar las fuerzas internacionales para el mantenimiento de la paz (ISAF) fuera de Kabul, algunos portavoces oficiosos habían anunciado que las mismas no serían bienvenidas en Herat, donde "ya reinan el orden y la seguridad".
No hay que olvidar que dos años después del acuerdo de Bonn el poder central sigue sin ejercer su autoridad sobre la mayoría de las provincias de (...)