Las crisis económicas son tan selectivas como las epidemias: a mediados de marzo, mientras las Bolsas se desmoronaban, la cotización de las acciones del laboratorio farmacéutico Gilead aumentaba un 20% tras el anuncio de ensayos clínicos del antiviral remdesivir contra la covid-19. La cotización de las de Inovio Pharmaceuticals crecía un 200% después de dar a conocer una vacuna experimental, INO-4800. La cotización de Alpha Pro Tech, fabricante de mascarillas de protección, aumentaba un 232%. En cuanto a la cotización de las acciones de Co-Diagnostics, se disparaba a más del 1.370% gracias a su kit de diagnóstico molecular del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2), que ha causado la pandemia de covid-19.
¿Cómo se explica entonces que, en el corazón de la tormenta, sea posible enriquecerse de este modo en un momento en que escasean las mascarillas de protección, incluso para los médicos y el resto del personal (...)