En tiempos de confinamiento, ¿cómo se consiguen una colchoneta de gimnasia, pesas, una cortadora de césped, tumbonas, una barbacoa o plastilina para mantener ocupados a los niños? Para millones de personas confinadas en sus domicilios, la respuesta se reduce a seis letras: Amazon. En el corazón de la pandemia, como un genio salido de su lámpara mágica pese a las instrucciones de las autoridades, el número uno mundial de la venta por Internet concede los más variados deseos.
La situación es paradójica. Las fábricas de todo el mundo están cerrando. Las librerías, tiendas de deportes y otras tiendas especializadas han echado la persiana. Y algunos infractores han recibido fuertes multas. Pero en las afueras de las grandes ciudades, hay lugares donde se congregan grupos de más de mil personas: los almacenes de logística. A finales de marzo de 2020, las plataformas de la gran distribución, los centros de clasificación postal y (...)