Gervasio Sánchez, uno de los más comprometidos fotógrafos españoles especializados en conflictos, da la clave que cualquier periodista necesita para desentrañar las causas inconfesables, las responsabilidades y las coartadas sobre las que se perpetran los horrores que asolan a buena parte del mundo. Es también la llave que, en la medida de sus posibilidades, necesita cualquier ciudadano para obtener conciencia. Por eso la fotografía, con su enorme capacidad para la descripción, para el conocimiento y para facilitar la voluntad de saber, está siempre en el ojo del huracán de cualquier situación en que un poder pueda ver comprometida su posición si se hacen visibles los actos que perpetra o sus consecuencias mostradas en un contexto bien informado.
Explica este gran reportero, reciente premio Nacional de Fotografía 2009, que al periodista le pasa como al asesino: necesita volver al lugar del crimen aunque sea años después para cerciorarse de que no vivió (...)