Un caballero francés hugonote, llamado Le Vasseur, ex capitán de la marina real, de pasado turbulento, compañero en una época de Esnambuc en el Caribe, y provisionalmente en paro, vagabundea por el puerto, no en (la isla de) La Tortuga, sino en (la isla de) San Cristóbal. Recordemos que se trata de la misma isla de donde partieron (en 1630) Esnambuc y sus compañeros, apenas los españoles hubieron puesto fin al condominio franco-inglés. Pocos meses después de este acto autoritario los españoles, cuya estrategia en las Indias occidentales será siempre miserable, abandonaron San Cristóbal, que volvió inmediatamente a manos francesas.
Paseándose de grupo en grupo Le Vasseur oye un comentario, que no cae en saco roto:
–Los de La Tortuga están hasta la coronilla. Casi toda la población es hostil a Willis.
Le Vasseur pide algunas precisiones y, ese mismo día, ve al gobernador Philippe de Longvilliers de Poincy, a quien explica que (...)