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Ser reconocidos como trabajadores y no como sirvientes

Portero de edificio, profesión en extinción

Tradicionalmente asimilados al mundo de la domesticidad, los porteros de edificios aspiran a hacer su trabajo, y solo su trabajo. Todo un reto para una profesión en declive, feminizada y escasamente sindicada, a la que cada vez se le piden más cosas: estar a disposición de los copropietarios en los barrios de clase alta, prestar apoyo social y mantener el orden en las periferias populares.

por Timothée de Rauglaudre, noviembre de 2023
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PHILIPPERARD. – Mural, París, 2016

Desde la calle Oberkampf, en el distrito XI de París, se vislumbra a través de una verja la portería de Natalia Teixeira Syed en el fondo del patio empedrado. La fachada es de color rojo burdeos, la puerta está acristalada; un discreto letrero metálico azul marino reza: “Gardien” (‘Portero’). En el estrecho vestíbulo hay una aspiradora y productos de limpieza. En la mesita del salón vibra el móvil de la portera, que tiene 45 años. En la pantalla se lee “Casa portuguesa”. Una vez al año, en agosto, va a visitar a su familia. Pero con el verano a la vuelta de la esquina, tiene que encontrar una sustituta, evitar que el correo se amontone y llame la atención de los ladrones, dar de comer a los gatos de los vecinos, (...)

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