El Movimiento del 15-M nos ha enseñado, recordado o confirmado las diez ideas siguientes:
1. Cualquier iniciativa que pongamos en marcha debe ser, por fuerza, asamblearia y autogestionaria. Tenemos ya noticia cumplida de lo que significan, como obstáculos para la emancipación, maquinarias burocráticas, liderazgos y liberados. Muchas de las manifestaciones del 15-M han puesto de relieve cómo la gente de a pie tiene a menudo más capacidades, talento y coraje que quienes dicen ser sus representantes. En ese sentido, un movimiento como el mencionado debe aspirar, por lógica, a convertirse en una omnipresente y libertaria instancia que plantee, en todos los terrenos, la doble perspectiva de la asamblea y la autogestión, y que desdeñe, hasta donde sea posible, la delegación de las decisiones en otros. Hablamos, en otras palabras, de la primacía de la democracia directa sobre las reglas propias de las democracias representativa y participativa;
2. Es preciso defender un (...)