Si el Primer Ministro israelí decide aplicar la iniciativa de Ginebra, pasará a la Historia como aquél que fundó el Estado judío y democrático de Israel sobre un acuerdo.
Sería un avance aun más importante que la creación del país en 1948, ya que en ese momento se trataba de una acción unilateral, sólo reconocida por algunos países del mundo.
La iniciativa de Ginebra prueba que sí tenemos un interlocutor y que existe una alternativa al derramamiento de sangre.
Los ataques del primer ministro Ariel Sharon y sus ministros contra el Partido Laborista, la oposición y los iniciadores de ese documento dejan ver sobre todo un sentimiento: el miedo.
No obstante, hasta el momento, todas las tentativas del gobierno y de la derecha con miras a intimidar a los partidarios de la iniciativa de Ginebra en Israel han fracasado.
Al principio, Sharon intentó presentarnos como políticos a sueldo del enemigo. Diputados de extrema derecha nos (...)