Veinte mil empleados se movilizaron y ciento treinta fábricas, plataformas o refinerías quedaron bloqueadas... La huelga de febrero de 2020 es la de mayor repercusión que ha vivido el sector petrolero brasileño en los últimos veinticinco años. Sérgio Borges Cordeiro, miembro de la dirección de la Federação Única dos Petroleiros (Federación Unitaria de Trabajadores del Petróleo, FUP) del estado de Río de Janeiro, considera que esta fuerte movilización se explica por la voluntad de los huelguistas de “poner en alerta a la población” de una amenaza: “El Gobierno pretende privatizar Petrobras”. Petrobras es el gigante brasileño del oro negro, la mayor compañía de América Latina. Desde su constitución ha sido una empresa mixta, pero con el 75% en manos del Estado en 1995, frente al 50,2% en la actualidad.
Sin embargo, desde el Gobierno brasileño afirman que la venta de Petrobras no figura en su agenda. Cuando, en julio de 2019, (...)