Es muy difícil que alguien entendido en cómics os diga que Michel Rabagliati es uno de los grandes autores de novela gráfica de nuestro tiempo. Tampoco pasa por ser de los más originales y ni siquiera destaca en el apartado técnico. Sin embargo, muchos atesoran grandes momentos de lectura con obras como Paul va de pesca, Paul en los scouts o Paul en Quebec, y esperan con ilusión cada nuevo álbum.
En realidad, el tal Paul no es más que un alter ego del propio autor, quien aprovecha la licencia poética para contar episodios de su vida con un cierto cierre narrativo. Lo hace, y esto posiblemente sea lo más definitorio de su estilo, con una claridad expositiva que pone en primer término la óptica de los sentimientos. Es decir, sin cargar las tintas y confiando en la sensibilidad del lector y en el poder narrativo del lenguaje del cómic. Rabagliati (...)