La noche cubre las colinas de la comunidad de Chekenko, sembradas de pinos y eucaliptos que se pierden en el horizonte. El frío azota y arden ya dos fuegos. La machi (chamana) abandona el refugio donde descansaba y toma su kultrún (tambor). Es el comienzo del guillatún, la ceremonia tradicional del pueblo mapuche. Un guillatún atípico que, este 6 de noviembre de 2005, honra la memoria de Alex Lemun, un indígena de 17 años, asesinado en 2002 por un carabinero. Invitados por su familia, algunos vinieron de la capital, Santiago, 700 kilómetros más al norte. Otros se arriesgaron a salir de la clandestinidad. Una decena de dirigentes de las comunidades vecinas tienen motivos para estar ausentes: cumplen penas de prisión de hasta 10 años.
Las sombras se agrupan alrededor del rewé que domina en el medio del campo: un tronco de árbol esculpido en forma de escalera que apunta hacia el (...)