A principios del siglo XVII, Inglaterra comenzó sus intercambios comerciales con la India mediante la East India Company, Compañía Británica de las Indias Orientales (CBIO). Estas relaciones evolucionaron a lo largo del siglo siguiente, con el declive del Imperio mogol. Para proteger sus intereses comerciales y geopolíticos, así como su derecho a explotar los recursos minerales, la Compañía decidió reclutar soldados indígenas y conquistar territorios.
La voluntad de dominación británica en la región alcanzó otra dimensión cuando un nuevo grupo de conservadores accedió al poder en Londres a finales del siglo XVIII. Nombrado gobernador general, Lord Richard Wellesley, hermano mayor del duque de Wellington, llamó a su política ofensiva “Forward Policy” (política de progreso), aunque en realidad se trataba de un “Proyecto para el nuevo siglo británico”. Lord Wellesley daba a entender con toda claridad que quería hacer valer su preeminencia sobre todos sus rivales europeos, particularmente Francia, y que más (...)