Aunque escrita bastante antes de la masacre de enero de 2009, esta obra posee la información que explica el origen de Hamás y su llegada al poder, fruto más de los deméritos de Al Fatah y de la actitud de Israel que de las intenciones de los islamistas de conseguir el gobierno. De forma que, al presentarse el 25 de enero de 2006 a las elecciones para el Consejo Legislativo Palestino, Hamás arrasó con el apoyo también de no islamistas cansados de la corrupción de Al Fatah y su “claudicación” sin frutos ante Israel.
Otra paradoja es que la llegada de Hamás al ejecutivo palestino es el único ejemplo de elección democrática en la región. De forma que Estados Unidos y la Unión Europa están boicoteando y calificando de “terroristas” a un gobierno que - independientemente de la valoración que tengamos de él -, cumple las exigencias de democracia de las grandes potencias que otros a los que se tiene por buenos socios y “amigos de Occidente”. En cuanto a la calificación de “terrorista”, el autor nos recuerda que Hamás tiene vínculos oficiales y representación formal en Irán, Siria, Sudán, Líbano y Libia. Cuenta con una “relación razonable” con Egipto, Arabia Saudí, Qatar y Kuwait. Y, fuera de la región, tiene vínculos con Pakistán, Malasia, Indonesia y Turquía. Este último, miembro de la OTAN. ¿Son todos ellos cómplices de terrorismo?
La obra desmonta tópicos sobre Hamás, por ejemplo el de tener como objetivo la “destrucción de Israel”, o el de convertir a Palestina en un Estado islámico. Nada de ello se cita en el documento oficial con el que se presentó a las elecciones. Como todo trabajo serio, este libro posee la humildad de dejar preguntas e incertidumbres en el ambiente. ¿Hasta dónde piensa llevar sus postulados islámicos Hamás? ¿Cómo resolverá su doble proyecto nacionalista e islamista? ¿Cómo afectarán a su apoyo popular la política de acoso de los gobiernos de Israel y la de EEUU y Europa con el boicot a las ayudas?