La barba corta, la cabeza cubierta con un turbante y vestido con una chilaba, Hadj Lajdar llega a una oficina. “El director no está”, le espeta un chiquillo de unos diez años. Cuando fuerza el paso, es detenido por la portera pues ésta acaba de lavar el suelo. El “héroe” ataca una vez más y entra en una oficina donde el funcionario corta el pelo a su superior. El Hadj es remitido a una colega que refunfuña: “Yo tengo una familia que alimentar”. Con una garrafa y algunas verduras sobre el escritorio prepara la cena. Finalmente, el “director” lo recibe en su escritorio donde juegan sus hijos.
Esta es una escena de la telenovela humorística Imarat Hadj Lakhdar (El barrio de Hadj Lakhdar) difundida por la Empresa Nacional de Televisión (ENTV), el único canal argelino, durante la primera mitad del mes de Ramadán. Frente a la arrogancia de los funcionarios, el (...)