En la obra de Virxilio Vieitez (Soutelo de Montes, 1930 - Pontevedra, 2008) la dicotomía de la imagen concebida como documento o reconocida como obra de arte pierde su sentido, porque sus fotografías combinan el valor testimonial con un contundente lenguaje de autor. Su trabajo es el de un antropólogo, el de un científico social y el de un artista que descarta lo pintoresco de los estereotipos y deja aflorar la verdad profunda que puede vehicular la fotografía.
La obra de Virxilio Vieitez captura la vida de su aldea natal, a la que volvió en 1955 después de haberse introducido en la fotografía en Palamós (Girona), y donde permaneció hasta 2008. En esas cinco décadas, y a partir de retratos hechos por encargo de los vecinos de la comarca, es decir, en un entorno muy limitado, se consolidó la visión de un creador que trascendió la etnografía local y el reportaje (...)