Hoy se hace camino al correr; ya no al andar, como en tiempos de don Antonio Machado. Y así va Lino, el héroe de Absolución, la nueva novela de Luis Landero. Trabajando de conserje en un hotel, Lino lleva una vida aburrida, monótona, sin sorpresas ni expectativas. Asocial, retraído, receloso, se pregunta si existirá la felicidad o si su temperamento lo condena al fracaso. Ni seguro está de su suerte cuando se decide a contraer matrimonio con Clara, la dueña del hotel.
Narrada en tercera persona, una gran parte de la acción transcurre a partir de un jueves de mayo a lo largo de calles y avenidas de Madrid. Ese día, a Lino le ofrecen un almuerzo de despedida de soltero, anticipo de la boda que había de celebrarse tres días después.
Sale pues a la calle casi feliz y bien aderezado. Cuenta con relajarse con un paseíto hasta el restaurante. Deambula (...)