Madrugada del domingo 15 de agosto, día del referéndum revocatorio impulsado por la oposición contra el presidente Hugo Chávez, tal como lo permite la Constitución bolivariana a mitad del mandato. El centro de Caracas está tranquilo, las miles de luces de los barrios populares brillan en el horizonte. A las 3 de la madrugada, tal como lo sugirieron los dirigentes de la campaña en favor del jefe de Estado, el toque de clarín, la diana, resuena en las numerosas colinas cubiertas de villas miseria. Por todas partes estallan fuegos artificiales provocando una enorme algarabía en la que se mezclan gritos de “¡Uh! ¡Ah! ¡Chávez no se va!”, ladridos de perros y otros ruidos de los barrios.
La ofensiva final de la “batalla de Santa Inés” se ha puesto en marcha. Unas horas más tarde, desciende de las colinas una imponente ola de electores para apoyar el “proceso popular”. Muchos votan por (...)