- ANÓNIMO. – Huevo decorado con un texto micrográfico del Cantar de los Cantares, escuela polaca, siglo XIX
La coalición de ultranacionalistas laicos y religiosos que ocupa el poder en Israel es inédita, pero el imaginario mesiánico empezó a prosperar en el país mucho antes de 2022. Desde los orígenes del sionismo, un discurso que engarza en lo religioso aspira a brindar un suplemento de legitimidad al proyecto. Esta retórica apela a términos como “Tierra Prometida” y a esperanzas judías bimilenarias sobre la reunión de los exiliados. Y ello pese al ateísmo de la mayoría de los pioneros del sionismo y pese a su desdén por los judíos religiosos –calificados de “retrógrados” y “pasivos”–, a quienes deseaban sustituir por judíos racionalistas, decididos y trabajadores, idóneos para levantar la nación judía en tierras de Israel. La población religiosa, liberal (...)