Es fácil confundir una clínica de salud dental con una de salud mental. Con los servicios sociales, sin embargo, esto no sucede (…) Lo social lleva su propia marca, su estigma. Nadie entra allí pensando que lo hace en un ambulatorio. Los servicios sociales fueron Periferia en sentido estricto durante muchos años, el territorio de los pobres, los fracasados, los desamparados, ese sitio que nadie, a no ser por imperiosa necesidad, quiere visitar. Calles y espacios ajenos por donde transitan otros; lugares que traen desdoro y mala fama…
Descenso a Periferia se parece a un reportaje, pero es bastante más que la crónica sobre un mundo que amanece a la misma hora y recorre el reloj en paralelo a la tranquilidad o el bullicio de una jornada cualquiera, de un año cualquiera, en cualquier gran ciudad. No es un mundo invisible, pero casi nadie se detiene a contemplar ese escaparate de (...)