Simón Bolívar, el Libertador (1783-1830), soñaba con unir América Latina para emanciparla. En 1991 se asociaron Buenos Aires, Brasilia, Asunción y Montevideo, pero con un proyecto distinto: “La ampliación de las actuales dimensiones de sus mercados”. El 26 de marzo de aquel año, los Gobiernos de los cuatro países, todos conservadores, firmaron el Tratado de Asunción, acta de nacimiento del Mercado Común del Sur (conocido por el acrónimo español de Mercosur, o Mercosul, en su versión en portugués). ¿Su objetivo? Crear en menos de cuatro años un espacio económico compartido que aspiraba, a través de una “coordinación de las políticas macroeconómicas” y una mejor “complementación de los diferentes sectores de la economía”, a “lograr una adecuada inserción internacional para sus países” adaptada a “la evolución de los acontecimientos internacionales”.
Los “acontecimientos internacionales” eran los de un vuelco geopolítico y económico. A principios de la década de 1990, el fondo del aire (...)