Instrucciones de uso

Un partido de críquet enfrenta a dos equipos de once jugadores que ocupan, por turnos, el papel de atacantes (los bateadores) y de defensas (los lanzadores). En cada serie de lanzamientos, un defensa trata de derribar una de las estructuras llamadas wickets hincadas en el suelo y que se encuentran en ambos extremos del pitch, un área rectangular cubierta de hierba rasa en el centro del terreno de juego. Los wickets consisten en tres estacas de madera sobre las que se apoyan unos pequeños travesaños, y están protegidos por un bateador equipado con un casco protector. Tras golpear la pelota arrojada por el lanzador para tratar de enviarla fuera de los límites del terreno de juego, el bateador y su compañero corren por la pista intercambiando sus posiciones y tratando de hacer el máximo número posible de idas y vueltas entre los wickets antes de que los defensas recuperen la pelota. Cada ida y vuelta da un punto (run), mientras que las pelotas despedidas directamente fuera de los límites del terreno de juego valen seis puntos, o cuatro si la pelota rueda por el suelo antes de salir de los mismos. Cuando el equipo que defiende elimina a diez bateadores o las series de lanzamientos (overs) acaban (50 series de 6 pelotas en la Copa Mundial), pasa al ataque, y a la inversa. Un bateador es eliminado cuando el wicket es derribado o un defensa atrapa la pelota al vuelo. El equipo que se haya anotado el mayor número de runs gana el partido.