- Selçuk
Si hemos de dar crédito a las palabras del jefe de Estado turco, ha sido “la catástrofe del siglo”. Con diez provincias afectadas, varias decenas de miles de muertos –miles de ellos imposibles de identificar–, cerca de dos millones de personas sin hogar –de las cuales algunas pasaron varios días sin recibir auxilio–, barrios enteros destruidos y numerosas infraestructuras públicas gravemente dañadas, el doble seísmo del 6 de febrero fue, en efecto, un cataclismo de grandes proporciones. Pero, al margen de la emergencia humanitaria, el desastre plantea la pregunta de las responsabilidades políticas del presidente, así como de la futura influencia diplomática de su país. A escasos meses de unas elecciones legislativas y presidenciales cruciales, estos escrutinios han adquirido una nueva dimensión.
Recep Tayyip Erdogan, en el poder desde 2003 y candidato a la reelección, tiene todos (...)