El fin de la historia fue, sin duda alguna, no sólo el estudio más conocido del actual profesor de política económica internacional de la Johns Hopkins University, sino también una de las metáforas más citadas en la discusión política de los últimos años. A mitad de camino entre una ocurrente interpretación hegeliana y la intuición acerca del alcance de los cambios que decidían la historia contemporánea, Francis Fukuyama probaba que los caminos abiertos en la historia moderna para construir los modelos de sociedad, al final terminaban concretándose en uno sólo que venía a definirse por la democracia liberal y el capitalismo de mercado, las dos referencias básicas de la civilización occidental y, por extensión, del mundo futuro. La caída del Muro de Berlín adquiría entonces una dimensión simbólica que iluminaba los caminos de la historia universal.
En un marco más próximo a preocupaciones internas a la sociedad norteamericana Fukuyama ha observado (...)