Los retos del mundo en la era post-Covid

La Covid-19 se diferencia del resto de pandemias por su novedad y brutalidad. El mundo está cambiando; se están perturbando los parámetros económicos, sociales y culturales. Y conviene pensar hacia dónde vamos. A lo largo de este ciclo de conferencias reflexionamos sobre cómo será la post-pandemia, cuál será el papel de la comunidad internacional, si el virus cambiará nuestras vidas y, sobre todo, si cambiará el mundo de forma definitiva.

Cabe preguntarnos cómo será la post-pandemia. Las políticas desplegadas para hacer frente a la crisis sanitaria han acelerado las tendencias de fondo que ya recorrían la sociedad y preocupaban a la población: incertidumbre, precariedad, maquinismo voraz, relaciones humanas desmaterializadas... El coronavirus es tan inquietante como la propia crisis. Podría ser tan apocalíptico como esperanzador. Muchos comparten la idea de que el mundo de mañana ya no será el mundo de ayer. Pero, ¿qué mundo será? ¿Provocará la crisis sanitaria, económica, política y social la disolución de nuestras sociedades? ¿Sabremos sacar las lecciones de esa pandemia que ha revelado un destino compartido por todos los seres humanos ligado al destino bioecológico del planeta? Hemos entrado en el mundo de las incertidumbres. El futuro imprevisible se está gestando hoy.

No hay duda de que la globalidad de la pandemia del coronavirus ha cogido a la comunidad internacional con el pie cambiado, en el peor momento de la cooperación internacional –multilateralidad es el término técnico– de los últimos años, haciendo peligrar en algunos casos y retrocediendo en otros los grandes retos, empezando por el cambio climático, la economía, la geopolítica y la ambiciosa agenda 2030 de desarrollo sostenible. ¿Hemos alcanzado un punto de no retorno?

Y cuando se haya vencido la pandemia, ¿será posible ocultar las realidades y las debilidades que han puesto de manifiesto? ¿Saldrán los supervivientes supuestamente transformados para siempre? ¿Va a cambiar el mundo definitivamente? Algunos piensan que es el umbral entre dos mundos. Esta epidemia parece precipitar, en un sentido temporal pero también químico, la conocida tensión descrita por Antonio Gramsci entre el viejo mundo que se niega a morir y uno nuevo que tarda en aparecer.

Ante una situación inaudita que ha paralizado al mundo, algunos observadores señalan la necesidad de reflexionar. Quizás convenga preguntarnos qué ha fallado en nuestro sistema para que la catástrofe nos haya cogido completamente desprevenidos a pesar de las advertencias de los científicos. Sobre todo ello se reflexiona a lo largo de este ciclo de conferencias.

Coordina:´ Le Monde diplomatique en español} y el Instituto de Estudios de Naciones Unidas.