Esta es la historia de una orgía de estupendos negocios bajo el sol mediterráneo. En Provenza, 2022 fue un año récord en transacciones de fincas vitícolas. Bajo la atónita mirada de los viticultores locales, que nunca se habían atrevido a soñar nada parecido, gente de postín se precipita sobre las bastidas y sus viñedos: la pareja Sarkozy-Bruni, la flor y nata de Hollywood (Brad Pitt, Georges Clooney, Georges Lucas), gestores de fondos privados desconocidos para el gran público y una miríada de pequeños empresarios, más o menos jubilados, ávidos de patrimonio desgravable, con el vino rosado y el sol como aliciente. Ya que, como resume una jubilosa propietaria de un château al pie de la montaña Sainte-Victoire: “Si Bernard Arnault, que es un visionario, decide invertir aquí, es porque debe merecer la pena”.
En efecto, entre 2019 y 2022, la llegada de LVMH [dirigida por Arnault] al valle de Esclans (45 (...)