Fracturas regionales

En vísperas de la desintegración de la URSS, Tayikistán se hallaba atravesado por importantes divisiones étnicas y regionales, lo que obstaculizaba que su población se sintiera perteneciente a un mismo país. También estorbaba la ausencia de soberanía sobre las ciudades de Bujará y Samarcanda —localidades de prestigioso patrimonio histórico pobladas mayoritariamente por tayikos pero situadas en Uzbekistán—, así como el hecho de que hubiera más tayikos en Afganistán que dentro de las fronteras del país. Además, la formación de una identidad nacional se topaba con el trauma de la guerra civil que dejó marcados los primeros años de independencia del país. Las divisiones internas degeneraron en una crisis política tras la decisión del presidente de la República Socialista Soviética de Tayikistán, Qahhor Mahkamov, de apoyar a los golpistas de agosto de 1991 contra el secretario general del Partido Comunista soviético Mijaíl Gorbachov. Durante los meses siguientes, el poder central fue (...)